lunes, 5 de abril de 2010

Diálogo no corretiao

Sí, después de mucho tiempo he vuelto a publicar algo en este blog. Y digo específicamente "publicar" porqe cuando ahora me metí a escribir esta cochiná, descubrí un par de borradores qe había dejado en stand by como pa pulir después... y al final nunca lo hice.

Y si vuelvo a publicar ahora es porqe anoche me ocurrió una anécdota de esas qe vale la pena contar porqe sigue la línea de las primeras weás qe publiqé en este lugar del cyber-espacio, onda como anecdotillas de jovenzuelo qe anda en la lleca y le ocurren sucesos.

La cosa es más o menos así...

Trabajo de empaqe en un supermercado. Soy niño de empaqe, soy lolo, soy "empaqe", o más siúticamente TIPPER. Recibo propinas por meter weás en bolsas plásticas qe contribuyen a contaminar el Planeta Azul.

Era domingo y estaba trabajando en el último turno, el cual va de 18:30 a 22:30 hrs. Me estaba yendo monetariamente bien a pesar de la poca gente qe andaba dando vueltas por el super, pero a eso de las 9 y media mi suerte cambió porqe la caja en qe yo estaba cerró y todas las demás ya estaban ocupadas por otros empaqes. Como la cantidad de morlacos recibidos me había dejado satisfecho decidí virarme. Fui al baño a ponerme ropa de civil normal (porqe usamos un uniforme la terrible de característico) pa dirigirme a mi hogar. El super qeda en Las Condes y yo vivo en SN BK, por lo tanto el piqe es, por lo menos, tomable en cuenta.

Salí pa ajuera y pensé en mis posibilidades. Habitualmente tomo la 409 qe me deja en el Metro Puente Cal y Canto y allí tomo la connotada 201-E qe me deja cerca de mi casita. Pero era domingo en la noche y como qe pensé qe no era momento pa regodiarme micros y qe era mejor irme en la primera qe pasara y me sirviera pa llegar de algún modo al centro (lo cual no qiere decir qe me sirvan todas las micros). Pasó la C-16 (creo) y me dejó en el Metro Los Domínicos (la nueva estación terminal de la Línea 1); de ahí me fui subterráneamente hasta Los Héroes, lugar donde hice combinaçao con la Línea 2 y me dirigí hacia Puente Cal Y Canto (o Calicanto como dice en los colectivos).

Salí del trome y llegué al paradero. Eran como las 10 y media. En un asiento de dicho paradero estaba sentado un tipo, qe qizás no era tan viejo pero a mí me pareció un poco viejo... en volá tenía entre 30 y 40 años. Yo me paro al lado de él pa esperar mi micro y me ve y me habla y sostenemos el siguiente diálogo:

— Flaco, ¿me convidai un cigarrito?
— No fumo, amigo.
— Oiga, ¿y tiene una monea qe me convide pa comprarme un cigarro?
— Mmmm... tengo una gamba. A ver... espere.

Se la di. Yo obviamente tenía muchas más gambas por andar de propinero en un supermercado donde abunda la gente rubia, pero nicagando le iba a dar más qe eso. Me recibió la moneda, me agradeció, y posterior a eso, el diálogo prosiguió del siguiente modo:

— Amigo... tome... se la devuelvo -me dijo.
— ¿Me la devuelve?
— Sí... si yo tengo cualqier moneas.

Se la recibí y se agarró con una mano el bolsillo derecho del pantalón el cual estaba repleto de monedas.

— Si yo soy limpiavidrios acá —continuó—, lo qe pasa es qe me gusta conversar con la gente.
— ¿Enserio? ¿así como pa cachar cómo reacciona la gente?
— Es qe me gusta conversar con la gente. ¿Usté pa onde va, amigo?
— Voy pa San Bernardo.
— La 201 le sirve.
— Esa es la qe estoy esperando.
— También le sirve la 201E, qe se va por la autopista.
— Casi siempre tomo esa, pero lotro día leí en el paradero de Santa Ana qe los domingo pasa hasta como las 9 nomás —le dije—, así qe toy puro esperando la 201 qe se va por la Gran Avenida.
— Nooooo, si la 201E también pasa por acá a esta hora... yo la he visto. Oiga siéntese acá.

Me senté al lado suyo y me dijo:

— Denante había un caballero al lado y se corretió. Tssss si yo ahora voy pa la casa donde mi señora y mis hijos. Andaba corretiao el viejo.
— Naaaaaaa, yo en lo personal, no soy corretiao.
— Wena, si no hay pa qé corretiarse...

En eso llega una micro (parece qe era la 301) y mi amigolimpiavidrios se para porqe ésa la sirve.

— Qe estís bien hermano, cuídate —me dice.
— Usté igual, amigo. Qe le vaya bien.
— Chaíto.

Nos damos la mano, se sube a la micro y se va.

Después de eso no pasaron ni 5 minutos y llegó rauda hacia mí una 201E. La tomé y llegué la casa de mis padres, en la cual me esperaban mis 2 familias. Digo 2 familias porqe no sólo estaban mis progenitores and my little sister, sino qe también estaban María y nuestro hermoso hijo Juan José Avello Madariaga, entonces eso es tener 2 familias en una misma casa. De repente digo qe con María y el Juanjito vivimos de allegados en mi pieza, pero mi madre me censura y dice qe ése es un feo comentario. En realidad sólo lo digo por decirlo.

Un comentario final: Si el limpiavidrios hubiese sido sociólogo, es muy probablemente qe se encontrase realizando un estudio etnográfico, una observación participante, o qe estuviese poniendo en evidencia los preceptos de la fenomenología. O qizás todas las anteriores... o ninguna de las anteriores. Como sea... me gusta la Sociología.

Y bueno, he ahí mi historia. No sé si tiene moraleja, así qe a continuación pondré una serie de frases qe pudiesen ser de agrado para el lector o lectora de mi anécdota, de modo tal qe dicho lector o lectora pueda elegir la qe más le gusta y atesorarla en su corazón y ser feliz forever... o también deprimirse y dispararse con una pistola en la boca como una de las minas de Nubeluz.

En fin, aqí van las candidatas a moralejas:

La familia es el pilar fundamental de la sociedad /La Estación Mapocho es flaite / Caras vemos, corazones no sabemos/ Más sabe el diablo por viejo qe por diablo / El qe fue a Melipilla perdió su silla/ No embaraces a nadie / La indiferencia legitima las arbitrariedades sociales / No todo lo qe brilla es oro / No todo lo qe brilla es loro / Piñera miente.

Adieu.