miércoles, 22 de septiembre de 2010

Búsqeda Infructuosa

Esta es una anécdota qe se la cuento a todo el mundo cada vez qe puedo, así qe aprovecho este medio bloguísfero para contárserla a más personas. Además ocurrió hace poco —no hace más de 2 semanas— por lo qe está freskezita, no recién salida del horno, pero para nada añeja.

Estaba yo en mi casa con el Juanjito, mi primogénito varón. Bueno, en realidad la casa no es mía, sino qe de mis padres, pero yo sigo viviendo allí.

Estábamos los dos solos y él se encontraba un poqito enfermo así qe le estábamos dando remedios.

A las 4 de la tarde tenía qe darle unas gotitas disueltas en agua en la mamadera y a las 5 debía darle la leche. Él se había qedado dormido en el sofá, así qe aproveché de lavar la loza y meterme al computador por mientras.

Y estaba yo vagando por el cyber-espacio cuando de repente veo el reloj del PC y me percato qe son las 16:00 hrs., así qe me dije a mí mismo: "Mismo, dale las gotas a tu retoño".

Y me puse a buscar la mamadera. Y la busqé y la busqé y la busqé. Ordené el living, lo desordené de nuevo y lo volví a ordenar; busqé en el baño, en el patio y en todas las piezas y no la encontraba por ningún lado. No estaba ni debajo de las camas, ni debajo de la mesa de centro ni de la del comedor. Tampoco estaba detrás de los sillones ni en mi bolsillo.

"¡Qé chucha!" dije yo, y después me puse a pensar cómo cresta se me podía perder una mamadera. ¡Una mamadera po!... ¿a qién se le pierden? A nadie.

Y me encontraba en mis divagaciones cuando vi qe eran las 4 y media así qe me decidí a detener la búsqeda, y darle las gotas con la leche a las 5. Volví al computador y a las 16:45 me paré de nuevo pa buscar la susodicha mamila.

Hice todo el mismo ritual de búsqeda infructuosa y además hice mi cama y su cuna. En una desas la mamadera estaba enredada en las sábanas... pero no.

"Ya filo, mi hijo no puede qedarse sin leche, así qe se la haré en un vaso al ojímetro nomás" fue la idea qe surgió en mi cerebro.

Así qe agarré un vaso largo, le eché las medidas de leche en polvo y una cantidad de agua tentativa qe debía ser similar a la qe marca en la mamadera, revolví, le eché las gotitas y fui a despertar al bebo.

Una vez despierto el príncipe, me disponía a darle su leche cuando de repente suena el teléfono. Dejé al Juanjo en el suelo pa qe gateara mientras hablaba.

Era el Guatón, me llamaba pa qe nos pusiéramos de acuerdo pa ensayar y le dije qe sí y weá.

La cosa es qe cuelgo el teléfono y de repente siento rodar la mamadera al lado mío y al Juanjito diciendo "ahí tá". ¡Mi hijo acababa de tirarme rodando la mamadera qe había buscado por toda la casa y no encontré en ningún fuckin lado!

Y yo qedé plop, maravillado, estupefacto, anonadado, sorprendido y marcando ocupao. Le dije "Juanjito, eres lo máximo", le lavé la botellita, le eché la leche qe tenía en el vaso y le puse el agua qe mi ojímetro no consideró (al final mi medida no estaba tan lejana de la realidad, me habían faltado sólo 40 ml pa alcanzar la cantidad exacta).

Luego de leer todo esto surgen 2 posibles conclusiones: El Juanjito es mágico o yo no sé buscar.

Y para finalizar, acá hay una foto shúper loca en blanco y negro de Juan José gateando persiguiendo una pelotita.